Uno va por la calle imaginando la vida que acarrea a sus espaldas cada una de las personas con las que te cruzas, pero, ¿quién es realmente persona y quién personaje? ¿Existe gente que vive una vida ficticia con tal de agradar a los demás o de aparentar lo que no es?
¿Alguna vez os habéis parado a pensar en la vida de las personas que os cruzáis por la calle?
Es algo que yo hago de manera recurrente, pero no como un TOC, no os penséis que se me ha caído un tornillo y voy escudriñando cual vieja del visillo a todo el que pasa por mi lado, es más bien una manera de intentar entender muchas veces los comportamientos de todas esas personas que diariamente comparten nuestro espacio.
Os pongo un ejemplo y lo váis a ver claro.
Seguro que todos tenéis un amigo o conocido que es el típico fantasma, ¿me equivoco? Yo tengo unos cuantos, lo tengo que admitir. Pero también tengo que ser sincera, y decir, que sin ellos, mi vida sería muchísimo más aburrida, ja, ja, ja.
Vale, os cuento: tengo una conocida que es la típica persona que quiere aparentar que le sobra el dinero, que tiene todo tipo de lujos, viaja constantemente y no se priva a la hora de mimarse y cuidarse con los tratamientos que hagan falta, los más exclusivos y caros porque ella lo vale (y lo tiene en la cuenta corriente, eso se encarga de que quede patente), tanto por dentro como por fuera. Hasta ahí, podríamos decir que todo normal, hay mucha gente (más de la que nos pensamos) que puede permitirse vivir de esa manera, que de gente con pasta está el mundo lleno.
La historia está, en que, se ve a la legua que es una fachada como la del Empire State Building de grande, y eso te lleva a reflexionar sobre qué es lo que pasa en su vida para que tenga la necesidad de aparentar lo que no es para poder sentirse medianamente bien. ¡Que ser de clase media también tiene su puntillo oiga!
En fin, que si nos pusiéramos a bucear en su vida, posiblemente nos daríamos cuenta de que tiene una relación de pareja que no le satisface, que su vida laboral no es la que hubiera deseado tener y que su entorno social es escaso y reducido. ¿Dónde va a darse valor si no es con una vida inventada? Claramente, la suya no le gusta.
Al final, hay que tener un poco de manga ancha con la gente que va por la vida como si fuera millonetis (y léase bien lo de "como si fuera"), que oiga, el patio está lleno de mucho insatisfecho y ¡también tienen derecho a ser felices a su manera!
¿A cuántos personajillos de este tipo conocéis?? Os leo...
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